El recorrido

Existen numerosas formas de dar la vuelta al mundo navegando, cada una de ellas con sus características y exigencias. La seleccionada para Aventura Oceánica fue una combinación entre el deporte de alto nivel y la navegación por los destinos náuticos más singulares de nuestro planeta.

La fórmula elegida para encontrar un adecuado equilibrio, que diera un sentido especial al viaje, consistió en bordear los míticos cabos de Hornos y Buena Esperanza, a la vez que recorrer paradisíacos lugares situados en el Caribe, Sudamérica, Polinesia o las islas del Índico.

La navegación por los dos grandes cabos ha sido desde la antigüedad la mayor dificultad a la que se podía enfrentar un navegante, dando lugar a innumerables aventuras y desventuras, relatos, leyendas, etc. Históricamente un marinero se consideraba con el máximo nivel de experiencia tras haber superado los dos cabos, lo que le daba derecho a colgarse aros en las orejas con la creencia de que si algún día naufragaba, Neptuno reconocería su valentía y dedicación al mar, subiéndolo a la superficie usando dichos aros para agarrarle.

A día de hoy siguen constituyendo un reto con una dificultad importante, de hecho se compara la navegación por el Cabo de Hornos con la ascensión del Everest para un alpinista, circunstancia que requirió una importante preparación tanto física, como a nivel técnico y de equipamiento.

Y así lo demostraron los hechos, tras cruzar Cabo de Hornos un durísimo fenómeno meteorológico acabó desarbolando al Bahari, nada se pudo hacer frente a la furia de Eolo que se incrementó súbitamente si dar la oportunidad a recortar trapo (podéis leer los detalles en el blog).

Este desafortunado evento cambió por completo la planificación del proyecto, la reparación de los daños en el barco y construcción de un nuevo mástil se demoró prácticamente un año, durante el cual permanecimos parados en Chile.

La distancia inicial total a recorrer superaba las 41.000 millas náuticas, con origen y destino la ciudad de Valencia. La realidad fue que navegando a vela no siempre puedes hacer el rumbo más corto, por lo que finalmente se recorrieron aproximadamente 54.000 millas, muchas más de las planeadas. Los distintos puntos de paso fueron elegidos fueron fruto de las premisas iniciales del viaje:

  • Realizar la circunnavegación del planeta (navegar alrededor del mundo)
  • Cruzar los cabos de Hornos y Buena Esperanza
  • Recorrer los destinos náuticos más singulares a nivel mundial, primando la naturaleza y riqueza de vida en el medio acuático frente a ciudades y lugares habitados

El orden de las etapas y el sentido de la navegación se elaboró tras un detallado estudio de sus características y climatología, teniendo especialmente en cuenta los vientos y corrientes marinas de cada lugar en cada época del año, de modo que fuera posible la navegación a vela con rumbos favorables.

Otro de los factores que condicionó el recorrido fue la seguridad (que no es incompatible con la aventura), se evitaron las épocas del año en las que existe riesgo de ciclones tropicales en aquellas zonas que están expuestas a dichos fenómenos meteorológicos.

De igual modo tampoco fue aleatoria la fecha elegida para cruzar los cabos de Hornos y Buena Esperanza, se seleccionaron las épocas del año las que se dan las mejores condiciones para afrontar el desafío que supone bordearlos.

También fue un parámetro de diseño del recorrido relativo a seguridad el evitar zonas conflictivas, bien sea por ataques frecuentes de piratas, elevado nivel de delincuencia o inestabilidad social.

Para una mejor organización del viaje se planificaron los trayectos por quincenas, que además de contemplar las singladuras de cada etapa, incluían tiempo adicional para descanso y aprovisionamiento. El dimensionamiento se realizó holguras, de modo que se pudieran afrontar imprevistos como reparaciones o meteorología adversa sin que tuviera un impacto significativo en el resto de etapas o la planificación del proyecto, aunque la realidad fue más dura de lo previsto, y además del mencionado incidente de rotura de mástil, hubo que adaptar en multitud de ocasiones el recorrido, eliminando, cambiando o añadiendo escalas, el hombre propone, pero el mar dispone…

En el blog se puede seguir todos los detalles de tiempos y lugares en los que realmente recalamos, la siguiente imagen es un resumen del mismo: