Días 611 a 614 (18 al 21/7/2011): Segundo mástil roto…

Hoy, en torno a las 14 horas, Jose Carlos me ha avisado exaltado de que el camión con el nuevo mástil acababa de pasar frente al apartamento. No hemos podido contener la emoción:  gritos, abrazos, alabanzas, cámara de fotos en mano y corriendo en busca del camión que transportaba nuestro deseado palo. Tras casi 6 meses de espera, y todos los problemas que han surgido en el camino, os podéis imaginar la alegría (seguro que sí, porque muchos de vosotros habéis compartido esos momentos).

Al llegar al camión, nuestra primera impresión ha sido que había algo raro, las formas eran extrañas, al observar en detalle nos hemos dado cuenta de la terrible realidad: estaba ROTO, PARTIDO EN DOS TROZOS!!!

Durante el descenso de la Cordillera, en una curva, los mástiles que transportaba la plataforma se habían enganchado con otro camión que circulaba en sentido contrario, rompiendo los dos, sin reparación posible (podéis ver las fotos más abajo).

Como es normal, los primeros momentos han sido de rabia, frustración y maldiciones varias, no lo podíamos creer, esto no podía estar pasando…

Pero no ha durado mucho, la segunda rotura consecutiva de mástil es menos dolorosa que la primera, estamos seguros de que si esto ha pasado es por alguna razón, los asiduos de blog recordareis varias situaciones en las que un incidente que considerábamos horrible nos ha salvado de males mayores. Si estamos aquí y podemos contar esto es porque nuestra estrella está ahí, especialmente un ángel de la guarda muy especial, está visto que nuestro destino no era salir a navegar ahora.

Estamos bien y no ha habido desgracias personales (imaginaos la carnicería que habría provocado si en lugar de ser otro camión hubiera sido un autobús el vehículo contrario), nadie dijo que cumplir un sueño fuera fácil y en estas situaciones es en las que se demuestra la templanza y la perseverancia.

Los que nos conocéis sabéis que la palabra “rendirse” no entra en nuestro vocabulario, así que volveremos a empezar una y mil veces, Aventura Oceánica continuará, sin duda.

Esto es como cuando navegamos y el viento se nos pone en contra o llega un temporal, puedes quejarte, maldecir, llorar, etc. pero por ello la situación no cambiará, la realidad es la que es y la única forma de evitar males mayores es que adaptes velas y rumbo.

Pues en ello estamos, hemos iniciado gestiones con empresa reparadora y aseguradoras, replanificaremos y trataremos de convertir esta amenaza en una oportunidad, con nuevas ideas que mejoren un proyecto tan fantástico como Aventura Oceánica.

En los próximos días, a medida que se vayan aclarando las cosas, os iré contando nuestros avances.

Sed felices.

Kike

Días 586 a 602 (22/6 al 9/7/2011): Nuestro mástil en camino…

El hombre tardó menos en llegar a la luna que nuestro mástil en ser transportado desde Buenos Aires a Valparaíso, la buena nueva es que el viernes fue cargado sobre un camión y ya está en ruta.

Esto parece un culebrón de los tan habituales en esta parte del continente, un cúmulo de despropósitos, errores, ineptitudes, burocracias, falta de previsión por los agentes involucrados y que se trata de un transporte especial, ha hecho que todavía no tengamos el Bahari arbolado.

Durante más de dos semanas el mástil estaba finalizado y embalado en la fábrica, pero no había forma humana de traerlo hasta aquí. Innumerables gestiones, llamadas, búsqueda de alternativas, pero nada. Como anécdotas os contaré que casi lo traemos en la parte superior de un tráiler de los que transportan coches, que enviaron un camión de 13 metros a cargar un palo de 22,5 metros y lo llegaron a poner encima (me habría gustado ver la cara del chofer al ver que sobresalía más de 9 metros) y que nos ofrecieron partirlo en dos para facilitar su movimiento. Al final viene sobre una plataforma que lleva un Soto 40 (un barco de regatas), está previsto que llegue a Mendoza el lunes y aquí miércoles o jueves, en función de lo que demore cruzar el paso Libertadores (frontera Argentina-Chile) por la meteorología (es un puerto de montaña habitualmente nevado), la aduana o las restricciones de tráfico a consecuencia de la Copa América, y a nosotros que no nos gusta el futbol…

No han sido días fáciles, a pesar de que todo está contratado y las instrucciones dadas claramente y por escrito, decidimos controlar directamente cada punto de la cadena, no os podéis imaginar los errores detectados. Afortunadamente ninguno es vital y estamos tratando de solucionarlos (los que la tienen, para algunos ya es demasiado tarde), aunque cantaremos victoria cuando estemos navegando por el Pacífico.

Hemos tenido que hacer serios esfuerzos para no desesperarnos, mantener la cabeza fría, y que el enfado o la sensación de impotencia no nos nublara el camino adecuado para gestionar de la mejor forma posible el auténtico desastre en el que hemos estado inmersos. Y es que no es para menos, desarbolamos la noche del 3 al 4 de febrero, llegamos a Valparaíso el 15, la primera fecha de entrega fue finales de abril, y desde entonces se ha ido retrasando semana a semana hasta ahora. La fecha del 2 de junio era en teoría absolutamente segura, y aun así le dimos 15 días de holgura en nuestra planificación, pero está visto que aquí las cosas funcionan de otra manera…

En cualquier caso quiero ser positivo, el que parecía el escollo fundamental se ha superado, ahora nos estamos concentrando en tener todo listo y confirmado para montar en cuanto llegue nuestro ansiado mástil.

Creo que cuando lo vea lo besaré, brindaremos, le haré muchas fotos, lo bautizaré como “el deseado” y esa primera noche dormiré abrazado a él para que nadie lo toque.

Todavía nos quedan algunas batallas por librar para cerrar esta etapa, esperemos que todo llegue bien, que no surjan nuevos problemas en el montaje, que la vela mayor encaje y sobre todo que el estay (cable que va del palo a la proa para sujetarlo) se acabe correctamente, puesto que todavía sigue en Argentina, decidimos que para evitar nuevos errores lo mejor era cortarlo con las medidas exactas una vez el mástil estuviera puesto, tiene muy poco juego y es difícil acertar, creo que iremos a Buenos Aires a recogerlo en mano porque será lo más rápido y seguro.

Ahora sí creo de verdad que estamos en la recta final, y aunque no me atrevo a dar fechas, si os diré que para mi cumpleaños (el 17 de julio) me he pedido un velero que sea capaz de navegar a vela 😉

Sed felices.

Kike