Días 1.146 a 1.149 (3 al 6/1/13): El atolón más pequeño
Heina es un precioso atolón de forma prácticamente circular con apenas 1,6 millas náuticas de diámetro, el de menor tamaño en el que he podido acceder al lagoon que encierran sus islotes y barrera de coral.
Pertenece al grupo de las Ninigo, ubicadas en el centro del Mar de Bismarck (Noreste de Papúa Nueva Guinea), a 280 millas de Madang.
El trayecto desde Carola Bay es de 55 millas, por lo que lo más razonable para franquear ambos pasos de acceso con buena luz era zarpar por la tarde de las Hermit y navegar despacio durante la noche hasta que la entrada de Heina estuviera suficientemente clara. Por mucho que intentamos frenar al Bahari no hubo forma, llegamos demasiado pronto, nos tuvimos que quedar al pairo durante más de 4 horas a la espera de que el sol se elevara lo necesario para mostrar los peligros que se esconden bajo el agua, y eso que al estar tan cerca del Ecuador amanece a las 6 de la mañana y a partir de ese momento el astro rey se catapulta hacia arriba a velocidad vertiginosa.
La única forma de entrar al interior de Heina es un estrecho canal entre arrecifes de unos 10 metros de ancho por 250 de largo con algunas curvas, sin duda el más complicado al que me he enfrentado hasta ahora, no solo por sus dimensiones, sino porque existe una fuerte corriente lateral y saliente, eso implica que no se puede navegar despacio, el barco debe llevar suficiente velocidad para que el timón gobierne bien y la corriente no te arrastre, vamos, una vez inicias la maniobra ya no hay vuelta atrás y solo existe una oportunidad de hacerlo perfecto. La cartografía existente no sirve de nada, es errónea e imprecisa, ni siquiera las imágenes satélite pueden prestar apoyo, navegación a ojo y descubrimiento puro.
Al vernos cerca una canoa salió a nuestro encuentro, en ella remaban Low y su hijo, dos nativos, amablemente se ofreció a subir a bordo y guiarnos a través de los arrecifes, lo cual acepté de buen grado, fue una gran ayuda.
Solo 3 familias habitan este minúsculo atolón, dos en el motu junto al paso y otra en el de enfrente, no superan los 20 habitantes. Si pensaba que las Hermit estaban aisladas y sin recursos Heina las supera con creces, me quedé estupefacto de lo que me contaron, está claro que todo es relativo.
En las Hermit de vez en cuando reciben visitas de veleros como nosotros y en ocasiones algún familiar se arma de valor y recorre más de 200 millas en un fueraborda para verlos y llevarles algunas cosas. Sin embargo hemos sido el sexto velero de la historia en Heina y pueden pasar años sin que reciban ninguna visita o suministro.
Dado el tamaño y la naturaleza de las principales islas de las Hermit allí es posible cultivar fruta y verdura; Heina es un atolón bajo de tierra arenosa, a penas se puede cultivar nada, lo intentan, pero las cosechas son exiguas, tienen que centrar su alimentación en pesca, gallinas y coco.
Fondeamos en el Norte del atolón, al abrigo de los vientos predominantes, aunque en realidad no hay problema en cualquier parte del lagoon, es tan pequeño y esta tan cerrado que parece una piscina grande, sople de donde sople no se podría montar mucha ola.
El paisaje es idílico, posiblemente si pidiéramos a alguien que dibujara un atolón del Pacífico dibujaría algo parecido a Heina. Tiene todo: islitas repletas de cocoteros y vegetación, playas de arena blanca, aguas turquesa entre ellas, la tranquilidad de un lago, etc.
La elevada temperatura ecuatorial tiene un precio, inestabilidad meteorológica, es habitual que durante el día haya algún intervalo de lluvia torrencial seguido de sol, por la noche es prácticamente seguro que llueve, y eso que todavía no estamos en la estación húmeda. No hemos tenido muchos problemas de agua dulce, dejas un par de baldes en cubierta y siempre están llenos.
Una tarde vimos acercarse una canoa, a bordo iban un hombre, una mujer y un niño de unos 4 años, se trataba de Rellen con su familia. Saludaron y nos ofrecieron langostas, las aceptamos y les invitamos a subir, comenzaba a llover. Los tres son de complexión pequeña, piel muy oscura y rasgos claramente melanesios de la zona de Papúa. Rellen es afable y amistoso, de conversación escueta, pero comunicativo. Su mujer apenas se expresó, no sé si por timidez o poco dominio del inglés. El niño se comportaba como un niño, a mí entender, bien educado. Una cosa me llamó la atención, tiró los papeles de unos caramelos que le di al suelo, supongo que no está acostumbrado a tratar con nada que no sea biodegradable, su concepto de basura es diferente, en su entorno todo es natural.
Siendo consciente de su extrema humildad ofrecí a Rellen pagar las langostas u ofrecerle a cambio cosas que necesitara. Con una sonrisa me respondió que no, eso era un regalo y no tenía que darle nada a cambio, me dejó sin palabras, tampoco quería ofenderle, pero durante los siguientes días usé su misma lógica para regalarle numerosas cosas que durante nuestras conversaciones detecté que precisaba, y ayudarle en todo lo que pude, incluida la coordinación de un envío de material a través de un barco alemán que tiene previsto recalar enHeina el próximo agosto. Casi se me saltan las lágrimas cuando me contó que encendía el fuego frotando dos troncos, a veces le costaba tanto que quedaba exhausto, evidentemente le regalé varios mecheros y una bolsa llena de cajas de cerillas.
Como cualquier padre, Rellen se preocupa por sus hijos, pero aquí las preocupaciones son de otro tipo (no si llevarlos a buen colegio o que uso hacen de internet, entre otras cosas porque ni tienen ni saben lo que es), había visto las huellas de un enorme cocodrilo, y eso podría ser peligroso para los niños, trataría de cazarlo, pero no es fácil.
Ya que he mencionado lo de la educación os explico cuáles son sus alternativas:si desean escolarizar a sus hijos la única opción es enviarlos a una de las islas principales, y eso implicaría no saber cuando los volverían a ver, con suerte una vez al año, pero no es seguro.
Es difícil hacerse una idea de lo que significa vivir en un lugar comoHeina hasta que no estas aquí. Imaginaos que vuestro mundo es una estrecha franja de arena y cocoteros en medio del mar, el poblado más próximo se sitúa a unos 100 Km (las Hermit, que ya os he contado como son) y la ciudad más cercana Madang (a más de 500 Km). El único medio de transporte: canoas de madera (hechas vaciando un tronco) impulsadas a remo. La vivienda es una choza rectangular construida de madera con techo de hoja de coco trenzado, no hay cristales en las ventanas, es de pequeñas dimensiones y todos duermen juntos sobre esteras, no hay intimidad. No hay electricidad, ni cuarto de baño, ni agua corriente, ni nevera, ni nada por el estilo. Se cocina a leña con unas cacerolas que bien podrían tener más años que yo. Sus útiles y herramientas son artesanales, su materia prima la que les brinda la naturaleza. A veces se ve algo manufacturado, fruto del regalo de uno de los pocos barcos que han pasado por aquí, de las esporádicas visitas de familiares o porque ha llegado flotando como basura del mar, algo que les viene como caído del cielo, prácticamente reciclan todo. Aunque conocen la existencia de los productos de consumo, ni podrían comprarlos, ni tienen donde. En definitiva estas prácticamente solo, en medio de la nada, y tienes que subsistir y tratar de hacer tu vida un poco más cómoda con tu ingenio y lo que encuentres a tu alrededor, esto si es ser un auténtico Robinson.
Sin embargo aquí nadie se muere de hambre, no hay depresiones, ni estrés, ni lamentos, es admirable como asumen su realidad y tratan de vivir de una forma digna. Su concepto del tiempo o de la certidumbre es diferente, para ellos lo importante es hoy, el mañana no lo pueden prever ni organizar. Por ejemplo, saber que cabe la posibilidad de que dentro de 8 meses llegue un barco y le traiga ciertas cosas ya es suficiente, ni necesitan la garantía de que vendrá ni se estresan por el tiempo que falta, con eso les vale, si no sucede pues ya se arreglarán de otro modo. Otro concepto que relativizan es la seguridad, les podrían pasar muchas cosas, peroasumen su destino, y si suceden lo solucionaran como puedan, si pueden, no necesitan saber que están cubiertos ante casi todas las amenazas.
En definitiva un modo diferente de vivir, que tal vez ellos no comparan porque es lo único que conocen, pero que desata muchas dudas el aquel que si tiene una visión más general de como se vive en otras partes del mundo, sobre todo si se valoran los aspectos más básicos y humanos, dejando un poco más de lado comodidades y temas materiales.
Algo que incita a reflexionar… nada es perfecto, pero ¿es el modelo de vida occidental el mejor?…
Sed felices
Kike
Segun relatas se limitan a la subsistencia sin mas problemas , en una palabra a vivir y me hace reflexionar la de estupidas cosas por las que peleamos en esta vida, no siendo necesarias para mantener la misma, demostrandonos que la convivencia entre nosotros los «civilizados» podria ser mejor de lo que es en la actualidad y mas en las circustancias que disfrutamos en la actualidad en España. Me alegro de que hayas podido valorar una realidad existente en otras partes de este nuestro Mundo. Un abrazo muy fuerte y toma fotografias y cuando sea , ya las disfrutaremos nosotros.
Hola chicos,como va todo?? veo que empezamos el año con energìa!!! estoy leyendo este reporte y la verdad,acabo de colgar en el muro de aventura ocèanica un video maravilloso del presidente de Uruguay,Josè Mùjica y tengo una envidia sana de toda esa gente que vas conociendo,porque ellos si saben vivir y lo mejor es que son felices…me encantaria que escucharas esa conferencia,hay palabras que me recuerdan a momentos o situaciones que tù has contado aquì..Un abrazo enorme y gracias por estos momentos.