Día 35 (19/12/09): Sobre el género de los Alisios…

Hoy hemos llegado a la conclusión de que estos vientos, los Alisios, aunque sean conocidos por un nombre de género masculino, en realidad son vientos hembra. Que nos disculpen las féminas por la siguiente reflexión, pero tened en cuenta que cuatro hombres metidos en un barco 16 días, y un viento que se comporta como este lo esta haciendo, provocan una concentración de niveles de testosterona que genera pensamientos de este estilo, no damos para más…

Para realizar esta afirmación nos basamos en nuestras propias estadísticas, fruto de los datos que vamos obervando las 24 horas del día desde que iniciamos la travesía del Atlántico, pueden ser discutibles, pero desde luego tienen un fundamento.

La cuestión es que el viento hace lo que le da la gana, lo cual tampoco nos parece mal (nosotros hacemos lo mismo), pero lo que ya no vemos tan normal es que cambie de opinión cada 5 minutos, constantemente, no hay manera de que se defina. Cuando hemos trimado las velas porque se va más a la popa, entonces se quiere ir al través, volvemos a trimar, y en cuanto se da cuenta, otra vez a la popa. Así es, continua contradicción y cambio de parecer. También hay otro patrón que se repite, y es que hay determinados periodos donde la indefinición y sensibilidad se concentra y se muestra manifiestamente extrema, en el caso del viento sucede al menos una vez al día, sobre todo cuando se va a poner el sol, aunque muchas veces también sucede durante la mañana (depende de cómo se encuentre ese día)

Al principio nos cabreábamos, ahora hemos aprendido, lo primero es no intentar que las cosas sean como tu quieres, si no dejar que haga lo que le apetezca y llevarlo con dignidad y alegría, porque cuanto más quieres que sople o que venga de un lado, más calma o viene justo del opuesto. Otra norma básica es evitar hacer comentarios sobre su comportamiento, es decir, nada de expresiones tipo: «parece que va a calmar» «hoy creo que se mantendrá todo el día», etc basta que lo digas para que se monte el lio. Seguimos sin entender lo que pasa, pero la verdad es que nos llevamos bastante mejor 😉

Bueno, tras este comentario absurdo, que nos ha hecho reír un buen rato, supongo que habréis visto en el sistema de seguimiento por satélite que vamos mejor. Anoche seguimos a motor hasta bien entrada la madrugada, sobre las 4 de la mañana hora nuestra, en ese momento decidieron levantarse los Alisios y comenzaron a soplar con intensidad aceptable (unos 15 nudos). Sin pereza nos levantamos todos para llevar a cabo la maniobra de izado de velas, primero mayor, luego el Génova 4 que usamos de trinquetilla y por último el spinnaker. Tras 13 horas a motor avanzando a 4-5 nudos es un gusto ver como el barco arranca y alcanza los 8-9 nudos a vela. Desde ese momento hemos ido fenomenal (shhhh! ¡que no me oiga!), eso nos ha ayudado a que hayamos recorrido 147 millas en las últimas 24 horas y que nos queden 159 millas para llegar al norte de Santa Lucía. Si la situación se mantiene mañana estaremos allí, si afloja un poco llegaremos pasado mañana.

Confiemos en que mañana os pueda escribir desde esta preciosa isla del Caribe, pero si no es así, porque el viento cambia de nuevo su comportamiento, no hay problema, como ya sabéis lo haré con la mejor de mis sonrisas, asumiendo estoicamente su decisión 😉

Sed felices

Kike

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Día 33 (17/12/09): Eolo aprieta, pero no ahoga…

Si habeis visto el seguimiento por satélite del barco lo estareis intuyendo. Veo que mi queja ha surtido efecto, y alguien ha tomado medidas. La cuestión es que poco despues de enviar el resumen del dia de ayer empezó a levantarse una brisita, como el tiempo estaba muy revuelto, hartos ya de que la botavara fuera pegando golpes, decidimos izar (subir) el génova grande.

La cuestión es que poco a poco empezo a portar, el viento estaba loco, no paraba de rolar (cambiar de dirección). De hecho una de las cosas que más me han llamado la atención es esto, la suma variabilidad, hay momentos en los que cada minuto esta cambiando de intensidad y de dirección, a veces nos pasamos más de media hora para tomar la decisión de lo que hacer, porque no se queda quieto en ningun lado.

Poco a poco se ha ido animando, y hemos estado avanzando a un ritmo razonable durante toda la noche. Ha sido una guardia poco agradable, cielo cubierto y continuos chubascos que te mojaban, vigilancia extrema para aprovechar al máximo el viento y poco más.

Esta mañana el viento seguia incrementandos, hasta el punto que a primera hora hemos decidido subir todo el trapo. Buena decisión, hemos estado navegando con viento de 14-18 nudos a buen ritmo (7-8 nudos) hasta las 19:45 GMT, de repente ha desaparecido. Sin embargo no ha tardado mucho en regresar, a las 21:45 ya estabamos de nuevo con todo arriba, en este momento sopla un poco más suave (unos 12 nudos), pero como ha bajado la ola cruzada el spi (el spinnaker, vela con forma de globo que se hincha por la proa) se mantiene arriba portando y navegamos entre 5 y 6 nudos, vamos a ver si esto continua y lo podemos aguantar.

Hoy hemos tenido un buen susto, os cuento lo que ha pasado:

A eso de las 14:30 estaba tranquilamente leyendo sentado bajo el bimini (toldito de la parte trasera del barco), durante mi guardia diurna. El resto de la tripulación dormía o leía en el interior. Teníamos buen viento y navegabamos bien, así que la situación era bastante relajada.

De repente he comenzado a escuchar un estruendo enorme, un silbido ronco y metálico. Mi primera reacción ha sido pensar en que algo pasaba con el motor, pero ¡esta apagado! ¿que pasa?

¿Que pasa? Al girar levemente la cabeza percibí que el sonido venia de detrás, y cuando la he girado un poco más para comprobar de que se trataba he visto algo que casi me provoca un infarto: un avión venia claramente en dirección a nosotros, completamente girado (con las alas en sentido vertical) y a unos 15 metros del agua.

El corazón me ha dado un vuelco, lo primero que he pensado es que se iba a estrellar, y que habia decidido hacerlo cerca de nosotros para que pudieramos intentar rescatarlos, pero su trayectora era demasiado próxima, el ala que apuntaba al agua podria tocar el palo de una forma bastante clara, y esto seria un auténtico drama.

Era un avión blanco a reacción, sin distintivos evidentes, tipo jet privado, aunque con un tamaño un poco más grande.

Tal y como se iba acercando ha comenzado a describir un circulo a nuesto alrededor, pasandonos por babor a unos 200 metros y, como ya he dicho, a unos 15 metros de altura. El ruido ha sido atronador, todo el mundo ha salido ya a cubierta, preguntando por lo que pasaba.

Al ver que levantaba el vuelo mi primera reacción ha sido lo normal en estos casos, gritos, insultos, aulusiones a su familia, etc. si llego a tener algo en la mano se lo tiro.

Una vez he respirado un par de veces he caido en porque lo habia hecho, queria llamar nuestra atención, nos estaba haciendo señales, algo pasaba. Inmediatamente he gritado que conectaran la VHF en el canal 16, normalmente la llevamos apagada para reducir consumo (la VHF tiene una cobertura entre 15 y 40 millas, de nada sirve si no vemos algo proximo a nosotros), solo la conectamos al detectar otros barcos. Efectivamente el avión nos estaba llamando por radio. En caso de emergencia, los aviones se aproximan de este modo a los barcos para avisarles, hay una especie de lenguaje para indicar la dirección en que se encontraría un barco en apuros: dan una vuelta a tu alrededor, te cortan la proa y luego pasan por la popa indicandote hacia donde tienes que ir.

Y digo yo, ¿para llamar la atención hace falta pasar tan cerca? ¿es necesario llamar tanto tanto la atención? No os digo más, la bandera nacional que llevaremos será de 30×20 o algo así, esta un poco metida bajo el bimini, con lo cual cuando sopla de popa es complicado verla desde arriba, y el piloto la ha visto pefectamente, seguro que ha visto hasta como se me ponian los pelos de punta y la boca abierta cuando pasaba.

Según nos ha dicho se trataba de un avión del servicio de búsqueda marítima, y solo queria hacer un chequeo de nuestro destino, fecha prevista de llegada, puerto de salida, número de tripulantes, etc

Tras el contacto radio se ha despedido amablemente de nosotros y ha desaparecido en el horizonte tan rápido como vino. ¡Impresionante!

Hoy hemos superado ya los 52º30’W, por lo que hmeos retrasado el reloj otra hora, ahora estamos en GMT-3, 4 horas menos que en la peninsula.

Bueno, por hoy lo dejo ya, mañana os sigo contando.

Sed felices

Kike

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Día 30 (14/12/09): Llampugas 1 – Bahari 2 (las llampugas primero, que juegan en casa)

La tónica general de la noche ha sido el poco viento y los continuos chubascos. Con tan poco viento, y la ola de aleta, el barco no para de dar bandazos, lo que provoca golpes secos de la botavara que no nos gustan nada, no es para lo que esta diseñada la maniobra y los arraigos. Como ya he comentado alguna vez, la botavara del Bahari esta sobredimensionada, tanto peso y superficie vélica hacen que coga una inercia enorme aún en pequeñas oscilaciones, los golpes hacen temblar todo el barco. La llevamos retenida, pero es imposible fijarla absolutamente para que no se mueva. Ciertamente sufrimos más con poco viento que con mucho, en el momento tiene presión ya no hay problema, funciona a las mil maravillas. Esta noche no hemos izado el spi, temiamos que alguno de los chubascos llevara aparejado fuertes rachas de viento que nos revolcaran y nos dieran un buen susto en mitad de la noche. No ha sido así, los chubascos han traido fundamentalmente lluvia, cuando nos acercamos a ellos sube el viento y cuando nos alejamos baja, pero todo ello entre valores razonables que no pasan de 18-20 nudos, nada para lo que podriamos resistir con la configuración de velas que llevabamos (mayor con el primer rizo y genova 4), sin problemas hasta los 30-35 nudos.

Asi que las guardias han transcurrido entre continuas entradas y salidas del interior para no mojarnos, monitorización del radar para ver los chubascos y cambios de dirección o ajustes en las velas para no quedarnos parados. Yo he acabado calado hasta los huesos, en varias ocasiones me cogió por sorpresa el chubasco haciendo algo y mientras acababa y entraba ya estaba descargando con intensidad. Hubo un momento que la imagen que presentaba el radar era como la de los juegos de matar marcianitos, estabamos completamente rodeados de manchitas de colores, si al tocarnos nos matara no habríamos escapado vivos, imposible.

La mañana ha empezado con un poco más de viento (14 nudos), así que nos hemos animado a subir el spi, a las pocas horas hemos tenido que volver a arriarlo y poner motor, sin viento de nuevo. ¿Que vamos a hacer? pues nada, relajarnos y disfrutar, hemos echado el curry, a mal tiempo buena cara, esta noche cenaremos pescado fresco.

Cuando nos disponíamos a comer (evidentemente nuestros amigos los peces siempre eligen el momento más inoportuno) ha empezado a sonar con fuerza la carraca de la caña, han picado, todos manos a la obra, maniobra de combate con nuestro oponente, motor bajo, aproar el barco para frenarlo, y a empezar la pelea, soltando hilo cuando tira fuerte y recogiendo cuando afloja. En este caso la pelea ha sido dura, ya intuíamos que era un bicho grande, asi que hemos sacado el gancho por si era necesario para subirlo a bordo. A medida que se iba acercando lo hemos visto claro, era una llampuga de más de 5 kg, estaba peleando duro. Ya casi en la popa del barco, Jose Carlos ha cogido el gancho y mientras yo a mano (con los guantes) tiraba del hilo los ultimos metros que faltaban. Justo cuando lo ibamos a subir a bordo he cometido un error, por un instante pensaba que se me escapaba, por lo que sin decir nada he pegado un tirón fuerte con la intención de subirlo a bordo directamente, claro, Jose Carlos estaba a mi lado y no ha tenido tiempo de apartarse, asi que ha tropezado con él. A partir que aqui se ha montado un follón de manos, aletazos, gancho y rampala que ha acabado de la peor forma posible, el pez en el agua y la rampala clavada en mi antebrazo. Afortunadamente ha sido limpio, entrada y salida del anzuelo con una distancia de unos 2 cm., aunque bastante profunda. Teniendo dos médicos a bordo no me preocupaba, hemos cortado el extremo de anzuelo para que no me desgarrara al salir y lo hemos sacado por donde entró, luego una buena cura y como nuevo, un ligero dolor al mover los dedos porque creo que me ha cogido algo de músculo, pero poca cosa.

Desde luego el animalito tiene si mérito, por eso le apunto el tanto, con 5 kg de peso pelearse con dos tipos de más de 80, empezando la pelea con el anzuelo clavado y fuera de su medio, y acabarla habiéndonos dado una buena ración de aletazos, nadando tranquilamente y yo con su anzuelo clavado. Yo creo que debía saber artes marciales o algo así, si no no me lo explico 😉

Eso si, para la siguiente intentaré avisar de mis intenciones, si me hubiera esperado y dejado que Jose Carlos la cogiera con el gancho, o hubiera avisado que se apartara para poder lanzarla limpiamente a la bañera, el final creo que habria sido otro. En cualquier caso la pesca es un deporte, hay que saber ganar y perder, mis respetos por la llampuga karateka, nos ha vencido claramente.

A pesar de todo queríamos cenar pescado fresco, así que no nos hemos resignado, curry otra vez al agua. Esta vez han tardado un poco más en picar, adivinad cuando ha sido, efectivamente, justo cuando nos disponíamos a poner el spi, lo bueno de que se comporten asi es que les vamos pillando la técnica, la próxima vez, cuando estemos esperando mucho rato y no piquen, haremos amago de sacar comida o poner el spi, y seguro que todos ahi a picar como locos, todo sea por fastidiar 😉

Desde el inicio hemos intuido que se trataba de un atun, tiraba muy hacia el fondo, al acercarse lo hemos confirmado, de unos 3 kilos o así, perfecto para una de nuestras cenas. Para redimir mi error anterior me he dispuesto a sacarlo a mano, y esta vez si, sin problemas, tirón fuerte (avisando) y a la bañera. No os quiero dar envidia, pero tengo macerandose un preparado para hacer un poquito de sashimi y Chema esta preparando un marmitako, esta noche nos ponemos las botas, viento no tendremos, pero vamos a acabar la travesia del Atlántico con 3 kg más de peso cada uno.

En cualquier caso, vamos ganado millas, estamos a 872 millas de Santa Lucia, según mis cálculos hemos recorrido más de los 2/3 de la distancia. Ahora mismo tenemos viento (entre 14-16 nudos, y como siempre del nordeste), vamos con spi arriba y nuestra velocidad oscila entre los 6 y los 8 nudos, vamos a ver que tal se da la noche.

Sed felices

Kike

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Dia 28 (12/12/09): Que bonito es navegar

Anoche vivi unas de las mejores horas navegando que he tenido nunca, no tenia ningun tipo de prisa por que acabara mi guardia.

Como ya os comenté, ayer cogimos buen viento (ya era hora), el noreste llego a soplar con hasta 23 nudos, todo un lujo. Nuestro barco, nuestro Bahari se puso a deslizar sobre las olas de una forma espectacular, desde luego se nota que esta diseñado para esto, y lo hace muy bien. No hay muchos barcos que navegando a 10 nudos, con el spi arriba y ola de más de 2 metros de popa, sean tan estables como para permitirte cocinar y cenar dentro en la mesa como si de un crucero se tratara.

Mi guardia sigue siendo de 12 a 4 GMT, lo cual es cada vez más temprano, a medida que nos desplazamos al oeste los relojes se van retrasando (1 hora cada 15º), ahora mismo estamos ya en GMT-2 (tres horas menos que en la Península) en el lugar (la cambiamos al superar los 37,5º oeste). Cuando todo el mundo se acuesta, y se apagan las luces de dentro, comienza a envolverte la magia del entorno y la fusión con el espacio que te rodea.

Por un lado esta la sensación de navegar, de sentir como viento, mar y barco son uno, estan hechos para estar juntos, para jugar el uno con el otro. Todo el mundo deberia experimentar esta sensación al menos una vez en la vida, conocerla, notar como se desliza el agua bajo el casco a toda velocidad, sin más ruido que el del viento y el de surcar las olas.

Y por otro lado esta disfrutar de la naturaleza, la inmensidad hacia donde mires. Si miras al horizonte mar por todos lados, para mi no es monótono, el jugueteo permanente de las olas hace que nunca dos paisajes sean iguales, es como el fuego, por mucho que lo mires nunca te cansas de mirarlo ni te parece igual, es como si te hipnotizara. Si miras hacia el cielo estrellado es todavía más espectacular, miles de pequeñas lucecitas ahi arriba, creando caprichosas formas que creemos dominar porque les ponemos un nombre y las agrupamos en figuras, pero no es cierto, ellas estan ahi independientemente de nosotros. Mires hacia donde mires nada que refleje la presencia del hombre, salvo nosotros mismos, una escena majestuosa que hay que saber disfrutar, y sentirse afortunado por tener la oportunidad de ello.

En estos momentos es cuando te planteas muchas cosas, y las ves muy claras…

Me gustaria tener a mi lado, en fila, a todos aquellos que me decian: «estas un poco loco, ¿no?», para ver si lo entendian, o por contra estan realmente ciegos, y en ese caso nunca seran capaces de vivir determinadas sensaciones, de sentir la vida intensamente.

Y es que en nuestra sociedad parece que si no sigues los parámetros estándar y te centras en los aspectos materiales y de seguridad eres un bicho raro, y tiene que ser asi, porque nadie es capaz de reconocer que se esta equivocando con su vida, aunque en su interior lo sienta así. Opción fácil, me alieno con la multitud, lo que hace todo el mundo es lo bueno, y el que se sale del camino se equivoca.

Cierto es que han sido la excepción, la mayoría de la gente de mi entorno, especialmente aquellos que me conocen y me quieren, me han animado y apoyado desde el principio. Incluso me he llevado la grata sorpresa de que mucha genta que no conocia, o con la que apenas tenia trato, han contactado conmigo para mostrarme su admiración por tener el valor de cumplir un sueño, de pelear por el, desde mi punto de vista no es valor, es coherencia, si piensas algo llevalo a cabo, las limitaciones nos las ponemos nosotros mismos, siempre hay un camino para conseguir las cosas que son coherentes.

Hoy a mediodía Jose Carlos y yo charlabamos en cubierta, es curioso, llevamos 9 dias navegando, y no tenemos ninguna sensación de agobio o prisa por llegar, nos gusta hacer andar al barco, pero es por el deporte de la vela, no por llegar antes. Creo que podría estar así semanas, no tendría problemas.

Ahora mismo, a las 22:00 UTC estamos a 1.183 millas de Santa Lucía, cada día esta más cerca, nuestra posición es 15º56’N, 040º12’W, navegamos a 7,5 nudos rumbo 261. En las últimas 24 horas hemos navegado 206 millas, de mantener este ritmo nos quedarían unos 7 dias, pero hay que ser prudente en las previsiones, ya que los vientos oscilan mucho en intensidad (a lo largo del día ha soplado bastante menos que anoche, ahora parece que se vuelve a animar).

Ya os seguiré contando.

Sed felices

Kike

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Día 26 (10/12/09): No hay mal que por bien no venga

El viento ha seguido bajando, anoche ya estaba muy suave, y la tendencia ha continuado, ha llegado a quedarse por debajo de 10 nudos, y lo peor es que además es variable en dirección, con cambios que llegan a los 45 grados, así que hemos decidido a primera hora de la mañana continuar bajando hacia el sur, todavía no nos da para hacer un rumbo más directo. Dada la situación la estrategia planeada para el día era bajar espi y poner unas horas el motor a 2.000 vueltas, para cargar bien las baterias y que estuviera unas horas trabajando a un régimen normal, llevamos muchos dias poniendolo a muy bajas vueltas solo para cargar baterias (dos veces al día una hora). Aprovechado esta situación podriamos intentar pescar algo que nos anime el dia, ya que navegando de este modo es muy facil parar el barco si pica algo (te aproas y ya esta).

Dicho y hecho, antes de arrancar motor nos hemos dedicado a montar la caña, vamos bien equipados para la pesca, hay unas tiendas excepcionales en Canarias, donde además nos aconsejaron bien para como tener éxito en medio del océano. Una vez estaba la rampala montada la hemos lanzado al agua, para que fuera haciendo camino mientras bajabamos el spi, arrancabamos motor, etc. Al fin y al cabo no iban a picar en seguida.

Tal y como me iba yendo hacia la proa a iniciar la maniobra me ha llamado la atención ver un montón de peces saltar del agua, por casualidad cerca de donde teniamos el extremo de la línea, además no eran peces voladores, que curioso… no me ha dado tiempo ni a pensar, ha empezado a sonar la carraca del freno de la caña, ¡han picado!

¿Ya? pero si no estamos listos, desde luego, estos peces hacen lo que les da la gana, no respetan las más mínimas normas deportivas 😉

Efectivamente, lo que estaba pasando es que los peces saltarines huian de algun tipo de predador, es habitual, lo hacen evitar que puedan seguir su estela y desorientarlos. Pero en este caso, los predadores por azar se ha cruzado con nuestro cebo, y de prometerselas muy felices pensando que habian encontrado al tonto del grupo, creo que rápidamente se han dado cuenta de que habian mordido el anzuelo, el cazador cazado, ironias de la naturaleza.

No hemos tenido otro remedio que reaccionar a toda velocidad, Yolok a la caña de pesca para cuidar que no se soltara, Chema al piano para soltarme driza y escotas, y yo a la proa a bajar el spi y guardarlo para que no vaya al agua.

Cuando he vuelto a la bañera ya estaba como a 15 metros, ciertamente no ha habido mucha pelea, ha sido relativamente fácil. En la distancia ya se distinguía el color azul intenso de la cola, era una llampuga, y no tenía mal tamaño. Tal y como se iba acercando me llamaba la atención el reflejo de una aleta simétrica justo bajo, que curioso, ¿será el reflejo en el agua? No, al verlo de cerca nos hemos dado cuenta, lo que pasaba es que habian picado dos a la vez. ¡Increible! esto no lo habia visto nunca, en la misma rampala dos peces enganchados, ¿pero como pueden ser tan voraces? pues no os lo perdais, que habian más que seguian a las primeras a ver si se podian unir a la fiesta, si no fuera porque era demasiado pescado para nosotros volvemos a echar la línea y vuelven a picar.

Un buen tirón y arriba las dos llampugas, buenos ejemplares, de unos 50 cm y más de 3 kilos cada una, ya vereis las fotos. Nada más tocar la bañera han comenzado a aletear con fuerza, revolviendose como podian, como nuestra popa es muy abierta nos daba miedo que se fueran al agua, solución: defensa de futbol, cada vez que se acercaban peligrosamente al límite, patada y para dentro otra vez, una de ellas me ha dado miedo porque casi hago gol y la cuelo en el interior del barco, ¡la que habria liado la llampuga dentro de los camarotes!

Acto seguido se ha puesto en marcha la maquinaria de limpieza y trozeado previa a meterlos en la nevera. Esta noche nos comeremos una parte a la plancha y creo que con el resto voy a hacer ceviche.

Además de eso también hemos tenido otra novedad, anoche vimos un barco y esta mañana otro, ambos mercantes. Igual no os parece muy significativo, posiblemente vosotros los veis todos los dias, pero nosotros no habiamos visto ninguno desde la salida de Canarias (hace ya una semana), al menos ya sabemos que hay alguien más vivo en el mundo, en concreto en el oceano Atlántico 😉

Por lo demás, cuando ya habiamos cargado suficiente batería hemos apagado motor y vuelto a subir mayor y spi, ahora mismo navegamos a unos 7 nudos rumbo 224, a ver si mañana tenemos mejor viento. Tengo que deciros que a pesar de todo no hacemos mal ritmo, en las ultimas 24 horas hemos navegado 170 millas y nos queda menos de 1.600 millas para Santa Lucia, vamos, que no estamos parados, seguimos avanzando.

Mañana os cuento más cosas.

Sed felices

Kike

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