Protegido: Días 259 a 262 (31/7 al 3/8/2010): A la segunda va la vencida
Días 226 a 258 (28/6 al 30/7/2010): La Aventura continúa…
Aquí estamos de nuevo, tras estas semanas de descanso, ya estamos acabando de poner a punto el barco y preparándonos para zarpar una vez más rumbo hacia lo desconocido, nuevas experiencias, nuevos paisajes, nuevas personas, nuevas circunstancias en la navegación… esa es la vida de un navegante que está dando la vuelta al mundo, cuando está tranquilo en un sitio y ya lo tiene todo controlado se tiene que marchar, pero a su vez apetece, cuando llevas tiempo en el mismo lugar tienes ganas de volver a navegar, no es algo negativo, es como es, las vivencias y esa sensación de iniciar viaje, ese gusanillo en el estómago cada vez que largas amarras, hace que todo sea parte de lo mismo, y no haya unos sentimientos sin los otros.
Durante estas semanas mucho relax y descanso, turismo por los espectaculares lugares del norte de Ceará (provincia de la que Fortaleza es capital), vida en la marina, e incluso yo realicé una fugaz visita a España para conseguir repuestos del barco imposibles de encontrar o importar desde aquí. El tiempo ha pasado rápido, aunque a decir verdad lo hemos disfrutado.
Uno de los factores que ha colaborado a que estemos tan a gusto son las cómodas instalaciones y lo increíblemente familiar que es la marina en la que estamos (Marina Park). Como ya os adelanté, Brasil, a pesar de tener más de 2.500 millas de costa, no es un país en el que exista una gran tradición náutica ni en el que haya mucho turismo de cruceristas. A pesar de que Fortaleza es una ciudad de 3 millones de habitantes en esta marina no hay más de 30 amarres disponibles, ocupados únicamente por 10 barcos, 7 de ellos habitados. Esto hace que nos conozcamos todos y que el ambiente de camaradería sea especialmente intenso. Prácticamente todos los días compartimos cenas o una cerveza en un barco u otro, en cuanto llega una nueva tripulación se la recibe como si los estuviéramos esperando, ayudándole y aconsejándole con toda la experiencia acumulada del lugar, si alguien precisa de una mano para cualquier cosa rápidamente se encuentra con que le sobran, en fin, muy buen ambiente que forja intensas amistades en breves periodos de tiempo. Este ha sido el caso con Johnny y Mario, tripulantes españoles del barco “La Rebeldía”, con los que hemos compartido muy buenos momentos, y que zarparon ayer tarde rumbo a Belem, en el Amazonas. Desde aquí les deseamos toda la suerte del mundo en su viaje, al verlos marchar tuvimos esa sensación de pena por la marcha de unos amigos.
Como es normal, no nos hemos olvidado de nuestro barco, el BAHARI, durante estos días. Esta parada nos ha posibilitado hacer numerosas gestiones, incluido encontrar una persona que nos está reparando el génova 3 de kevlar con el que esperamos llegar hasta Argentina, seguimos con la idea de encargar allí un génova muy resistente que nos aguante el resto del viaje, la idea sería que a nuestra llegada ya este fabricado, de modo que solo tengamos que probarlo y hacer los ajustes finales. También hemos conseguido repuestos para el motor, dispositivos electrónicos que fallaban, cabulleria, etc.
Nuestra previsión es zarpar de Fortaleza el lunes próximo 2 de agosto, rumbo a la isla de Fernando de Noroña, un espectacular parque natural con una muy estricta regulación para preservar el medio ambiente. La distancia es de unas 370 millas, con un poco de suerte será el último tramo de ceñida hasta dentro de mucho tiempo, previsiblemente el Cabo de Hornos.
Así que aquí nos tenéis, con las pilas cargadas y rebosantes de ilusión y motivación por continuar nuestra aventura, y por supuesto, por seguir contándoosla, a partir de ahora retomaré el ritmo del blog y os iré poniendo puntualmente al día de las cosas que nos van pasando.
Espero que hayáis sido muy felices y lo sigáis siendo
Kike
Protegido: Días 219 a 225 (21 al 27/6/2010): Un paréntesis en la aventura
Día 218 (20/6/2010): ¡Por fin! Fortaleza a la vista…
Ya hemos llegado, en estos momentos estamos fondeados frente a la Marina Park de Fortaleza, al abrigo de los espigones, el lugar es tranquilo y seguro, todo un lujo comparado con los días de navegación que llevamos.
La entrada a la marina es estrecha y con poco calado, así que hemos decidido no entrar hasta mañana con la luz del día, no sea que después de las que hemos pasado vayamos a tener un problema a última hora cuando lo más complicado esta ya hecho.
Estas últimas 24 horas de navegación no han sido excesivamente difíciles, comparadas con el resto. Anoche el viento subió cerca de los 20 nudos, hasta el extremo que tuvimos que arriar de nuevo el génova por miedo a que explotara definitivamente. Ha continuado así todo el día, sin descender para nada en intensidad. El tamaño de la ola ha aumentado hasta superar los 2 metros, pero sinceramente, eso ahora nos parece bastante asumible, sobre todo cuando vienen de amura, permite pasarlas limpiamente sin excesivo pantocazo.
De hecho, haciendo cálculos creíamos que íbamos a llegar de madrugada, así que redujimos voluntariamente la velocidad para llegar mañana por la mañana. Sin embargo, a medida que avanzábamos la corriente ha ido disminuyendo hasta casi desaparecer, sumado a que el viento nos impulsaba con fuerza y una rolada nos ha permitido rumbo directo, hemos cambiado de opinión y decidido llegar esta tarde/noche, aunque fuera sin luz, ya que teníamos localizado un fondeadero accesible y seguro, en el que estamos.
Así es el mar, cuando quieres avanzar más rápido te lo niega, cuando quieres reducir velocidad te da todos los elementos para que puedas acelerar, ¿Qué le vamos a hacer? No podemos más que adaptarnos a sus designios.
Durante la aproximación hemos tenido que estar muy atentos a los pesqueros, lanzan redes a la deriva sin apenas señalizar, de hecho esta mañana nos hemos enganchado en una, menos mal que estaba atento e inmediatamente he parado motor para que no se enredara en la hélice, a partir de ese momento ha sido un constante evitar redes que aparecían por todos lados, pesado porque te exige estar permanentemente concentrado, pero no grave.
En fin, hemos finalizado con éxito una de las travesías más complicadas del viaje, y casi acabado con el tramo de ceñida, podemos estar satisfechos de lo que hemos conseguido, algo que, como en alguna ocasión os he comentado, la mayoría de la gente dice que no se puede hacer, una ruta que en las guías y publicaciones náuticas no aparece como viable (en el sentido norte-sur, el sentido sur-norte si es recomendable), más bien todo lo contrario. No ha sido coser y cantar, nos ha exigido un enorme esfuerzo y muchos malos ratos, tanto nosotros como el barco lo hemos acusado, pero aquí estamos, orgullosos una vez más de ir superando etapa tras etapa, así es navegar, y así habíamos previsto nuestra aventura, esta Aventura Oceánica.
Ahora a descansar, mañana nos aguardan los trámites de entrada al país, tramites con la marina, etc. aquí nunca se para…
Sed felices.
Kike