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Día 207 (8/6/2010): Con el freno de mano puesto…

Si esto fuera un coche, eso es lo que pensaría, que me he olvidado de quitar el freno de mano, y es que no hay manera de avanzar a una velocidad decente, la corriente nos retiene como si fuera un enorme pulpo que se ha agarrado a nuestra orza. El viento tampoco nos favorece en exceso, demasiado cerrado, apenas 30 grados de real, y como su intensidad no es mucha hay que caer en exceso para que el barco apoye y acelere.

Visto que haciendo bordos tampoco ganábamos mucho en distancia recorrida efectiva, estamos siguiendo un rumbo muy próximo al directo, con las velas muy cerradas y el apoyo del motor, nuestra velocidad sobre fondo es baja, 4 nudos y a veces menos, pero compensa, porque abriéndonos 20 o 30 grados no conseguimos más que medio nudo adicional, es menos efectivo. Cuando miras la estela del barco parece que vayamos mucho más rápido, y es que es así, sobre el agua nuestra velocidad será de 6 o 7 nudos, pero los entre 2 y 3 nudos de corriente en contra se ocupan de ponernos en nuestro sitio.

Lo llevamos con paciencia y filosofía, ya que nada se puede hacer contra Neptuno y Eolo, ellos deciden, nosotros adaptamos nuestras velas y forma de navegar a sus designios, pero tengo que reconocer que a veces es desesperante, miras la carta y estamos casi en el mismo sitio, miras la velocidad y no sabes que hacer para incrementarla, caes un poco y nada, orzas y tampoco. La única forma seria incrementando nuestro trapo, nuestra superficie vélica, pero no tenemos con que, si el viento nos viniera cerca del través podríamos sacar el spi, pero así, de ceñida, no nos queda más que lo que tenemos puesto, como no empecemos a poner nuestra ropa interior atada…

Nos quedan 56 millas, pero a este ritmo se puede hacer muy largas, desde luego a primera hora de mañana ya no creo que lleguemos, supongo que será más bien entrado el día.

Sin más novedades que una noche y un día de navegación monótonos, mañana espero poderos escribir desde Degrad des Cannes.

Sed felices.

Kike

Día 206 (7/6/2010): Desaparecio la Polar…

La Polar, la Estrella del Norte, que indica con una precisión de menos de un grado donde se encuentra la posición de dicho punto cardinal, ha dejado de verse. Me di cuenta anoche, durante mi guardia de 12 a 4 de la mañana, estaba despejado y antes de que saliera la luna me dedique durante un rato a contemplar las miles de lucecitas tintineantes que alumbran nuestro cielo, y entre ellas es imposible no buscar con la mirada al carro que forma la Osa Mayor, cuyo extremo siempre apunta al que ha sido uno de los astros más usados para orientarse por los navegantes desde hace mucho tiempo. Casiopea, con su forma de «W» también indica la posición de la Polar, no hay más que trazar mentalmente la bisectriz (la recta que pasaría por la mitad) de los ángulos que forma cada «V» y el punto en que se crucen ahí estará nuestra deseada estrella. Además, Casiopea y la Osa Mayor siempre están una frente a la otra al otro lado de la Estrella del Norte, de modo que siempre hay una de las dos constelaciones que te indican su posición.

El motivo de que no se vea es la latitud a la que nos encontramos, 6º N, demasiado baja ya en el horizonte, porque otra de las virtudes de esta estrella que tanto nos puede decir de nuestra posición y orientación solo con contemplarla, es que aproximadamente la altura sobre el horizonte con la que la vemos coincide con la latitud en la que se encuentra el observador.

Creo que va a ser momento ya de que empiece a estudiarme las estrellas visibles desde el hemisferio sur, nunca las he visto y no nos queda mucho para atravesar el Ecuador, durante prácticamente el resto del viaje estaremos en esa mitad del planeta.

Por lo demás, destacar que nuestro ritmo ha empeorado un poco, estamos prácticamente a la altura del rio Maroni, que conforma la frontera entre Surinam y la Guayana Francesa, y nos está costando horrores salir de esta especie de golfo que forma, no hay manera de avanzar, viramos hacia un lado y viento y corriente nos frenan, viramos al otro y también. Creo que la corriente que conforma el rio al desembocar se une a la corriente ecuatorial que asciende hacia el noroeste por esta costa, que junto al viento del Este, es una especie de freno de tal magnitud que parece que estemos remolcando otro barco. Acabamos de decidir tomar rumbo noreste, y aunque casi vayamos hacia atrás, salir de esta zona a mar abierto a ver si la cosa mejora y podemos arrumbar al sudeste, donde nos dirigimos.

Nuestra posición actual es 6º 14’N, 54º 08’W, navegamos a 6 nudos rumbo 50º porque hay un chubasco cercano que nos envía vientos de más de 20 nudos, pero esto es temporal, en cuanto pase volveremos a los entorno a 4 nudos de velocidad a los que avanzamos estas últimas horas. En cualquier caso, la ventaja de navegar día y noche, las 24 horas sin parar, es que inexorablemente, aunque sea poco a poco, te vas acercando a tu destino, la constancia mueve montañas, nos situamos a 142 millas ya de la entrada al rio que da acceso a Degrad des Cannes, si todo sigue igual calculo que entraremos allí el miércoles por la mañana.

No hay muchas más novedades, anoche tuve que afinar la puntería para pasar entre 9 pesqueros que prácticamente cubrían todas las zonas por las que poder pasar, pero sin mayor problema, y esta mañana hemos tenido que maniobrar en varias ocasiones para evitar chubascos con mala pinta y dudosas intenciones, también sin mayor dificultad.

Mañana os cuento como hemos conseguido salir de esta especie de trampa.

Sed felices.

Kike