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Día 33 (17/12/09): Eolo aprieta, pero no ahoga…

Si habeis visto el seguimiento por satélite del barco lo estareis intuyendo. Veo que mi queja ha surtido efecto, y alguien ha tomado medidas. La cuestión es que poco despues de enviar el resumen del dia de ayer empezó a levantarse una brisita, como el tiempo estaba muy revuelto, hartos ya de que la botavara fuera pegando golpes, decidimos izar (subir) el génova grande.

La cuestión es que poco a poco empezo a portar, el viento estaba loco, no paraba de rolar (cambiar de dirección). De hecho una de las cosas que más me han llamado la atención es esto, la suma variabilidad, hay momentos en los que cada minuto esta cambiando de intensidad y de dirección, a veces nos pasamos más de media hora para tomar la decisión de lo que hacer, porque no se queda quieto en ningun lado.

Poco a poco se ha ido animando, y hemos estado avanzando a un ritmo razonable durante toda la noche. Ha sido una guardia poco agradable, cielo cubierto y continuos chubascos que te mojaban, vigilancia extrema para aprovechar al máximo el viento y poco más.

Esta mañana el viento seguia incrementandos, hasta el punto que a primera hora hemos decidido subir todo el trapo. Buena decisión, hemos estado navegando con viento de 14-18 nudos a buen ritmo (7-8 nudos) hasta las 19:45 GMT, de repente ha desaparecido. Sin embargo no ha tardado mucho en regresar, a las 21:45 ya estabamos de nuevo con todo arriba, en este momento sopla un poco más suave (unos 12 nudos), pero como ha bajado la ola cruzada el spi (el spinnaker, vela con forma de globo que se hincha por la proa) se mantiene arriba portando y navegamos entre 5 y 6 nudos, vamos a ver si esto continua y lo podemos aguantar.

Hoy hemos tenido un buen susto, os cuento lo que ha pasado:

A eso de las 14:30 estaba tranquilamente leyendo sentado bajo el bimini (toldito de la parte trasera del barco), durante mi guardia diurna. El resto de la tripulación dormía o leía en el interior. Teníamos buen viento y navegabamos bien, así que la situación era bastante relajada.

De repente he comenzado a escuchar un estruendo enorme, un silbido ronco y metálico. Mi primera reacción ha sido pensar en que algo pasaba con el motor, pero ¡esta apagado! ¿que pasa?

¿Que pasa? Al girar levemente la cabeza percibí que el sonido venia de detrás, y cuando la he girado un poco más para comprobar de que se trataba he visto algo que casi me provoca un infarto: un avión venia claramente en dirección a nosotros, completamente girado (con las alas en sentido vertical) y a unos 15 metros del agua.

El corazón me ha dado un vuelco, lo primero que he pensado es que se iba a estrellar, y que habia decidido hacerlo cerca de nosotros para que pudieramos intentar rescatarlos, pero su trayectora era demasiado próxima, el ala que apuntaba al agua podria tocar el palo de una forma bastante clara, y esto seria un auténtico drama.

Era un avión blanco a reacción, sin distintivos evidentes, tipo jet privado, aunque con un tamaño un poco más grande.

Tal y como se iba acercando ha comenzado a describir un circulo a nuesto alrededor, pasandonos por babor a unos 200 metros y, como ya he dicho, a unos 15 metros de altura. El ruido ha sido atronador, todo el mundo ha salido ya a cubierta, preguntando por lo que pasaba.

Al ver que levantaba el vuelo mi primera reacción ha sido lo normal en estos casos, gritos, insultos, aulusiones a su familia, etc. si llego a tener algo en la mano se lo tiro.

Una vez he respirado un par de veces he caido en porque lo habia hecho, queria llamar nuestra atención, nos estaba haciendo señales, algo pasaba. Inmediatamente he gritado que conectaran la VHF en el canal 16, normalmente la llevamos apagada para reducir consumo (la VHF tiene una cobertura entre 15 y 40 millas, de nada sirve si no vemos algo proximo a nosotros), solo la conectamos al detectar otros barcos. Efectivamente el avión nos estaba llamando por radio. En caso de emergencia, los aviones se aproximan de este modo a los barcos para avisarles, hay una especie de lenguaje para indicar la dirección en que se encontraría un barco en apuros: dan una vuelta a tu alrededor, te cortan la proa y luego pasan por la popa indicandote hacia donde tienes que ir.

Y digo yo, ¿para llamar la atención hace falta pasar tan cerca? ¿es necesario llamar tanto tanto la atención? No os digo más, la bandera nacional que llevaremos será de 30×20 o algo así, esta un poco metida bajo el bimini, con lo cual cuando sopla de popa es complicado verla desde arriba, y el piloto la ha visto pefectamente, seguro que ha visto hasta como se me ponian los pelos de punta y la boca abierta cuando pasaba.

Según nos ha dicho se trataba de un avión del servicio de búsqueda marítima, y solo queria hacer un chequeo de nuestro destino, fecha prevista de llegada, puerto de salida, número de tripulantes, etc

Tras el contacto radio se ha despedido amablemente de nosotros y ha desaparecido en el horizonte tan rápido como vino. ¡Impresionante!

Hoy hemos superado ya los 52º30’W, por lo que hmeos retrasado el reloj otra hora, ahora estamos en GMT-3, 4 horas menos que en la peninsula.

Bueno, por hoy lo dejo ya, mañana os sigo contando.

Sed felices

Kike

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Día 30 (14/12/09): Llampugas 1 – Bahari 2 (las llampugas primero, que juegan en casa)

La tónica general de la noche ha sido el poco viento y los continuos chubascos. Con tan poco viento, y la ola de aleta, el barco no para de dar bandazos, lo que provoca golpes secos de la botavara que no nos gustan nada, no es para lo que esta diseñada la maniobra y los arraigos. Como ya he comentado alguna vez, la botavara del Bahari esta sobredimensionada, tanto peso y superficie vélica hacen que coga una inercia enorme aún en pequeñas oscilaciones, los golpes hacen temblar todo el barco. La llevamos retenida, pero es imposible fijarla absolutamente para que no se mueva. Ciertamente sufrimos más con poco viento que con mucho, en el momento tiene presión ya no hay problema, funciona a las mil maravillas. Esta noche no hemos izado el spi, temiamos que alguno de los chubascos llevara aparejado fuertes rachas de viento que nos revolcaran y nos dieran un buen susto en mitad de la noche. No ha sido así, los chubascos han traido fundamentalmente lluvia, cuando nos acercamos a ellos sube el viento y cuando nos alejamos baja, pero todo ello entre valores razonables que no pasan de 18-20 nudos, nada para lo que podriamos resistir con la configuración de velas que llevabamos (mayor con el primer rizo y genova 4), sin problemas hasta los 30-35 nudos.

Asi que las guardias han transcurrido entre continuas entradas y salidas del interior para no mojarnos, monitorización del radar para ver los chubascos y cambios de dirección o ajustes en las velas para no quedarnos parados. Yo he acabado calado hasta los huesos, en varias ocasiones me cogió por sorpresa el chubasco haciendo algo y mientras acababa y entraba ya estaba descargando con intensidad. Hubo un momento que la imagen que presentaba el radar era como la de los juegos de matar marcianitos, estabamos completamente rodeados de manchitas de colores, si al tocarnos nos matara no habríamos escapado vivos, imposible.

La mañana ha empezado con un poco más de viento (14 nudos), así que nos hemos animado a subir el spi, a las pocas horas hemos tenido que volver a arriarlo y poner motor, sin viento de nuevo. ¿Que vamos a hacer? pues nada, relajarnos y disfrutar, hemos echado el curry, a mal tiempo buena cara, esta noche cenaremos pescado fresco.

Cuando nos disponíamos a comer (evidentemente nuestros amigos los peces siempre eligen el momento más inoportuno) ha empezado a sonar con fuerza la carraca de la caña, han picado, todos manos a la obra, maniobra de combate con nuestro oponente, motor bajo, aproar el barco para frenarlo, y a empezar la pelea, soltando hilo cuando tira fuerte y recogiendo cuando afloja. En este caso la pelea ha sido dura, ya intuíamos que era un bicho grande, asi que hemos sacado el gancho por si era necesario para subirlo a bordo. A medida que se iba acercando lo hemos visto claro, era una llampuga de más de 5 kg, estaba peleando duro. Ya casi en la popa del barco, Jose Carlos ha cogido el gancho y mientras yo a mano (con los guantes) tiraba del hilo los ultimos metros que faltaban. Justo cuando lo ibamos a subir a bordo he cometido un error, por un instante pensaba que se me escapaba, por lo que sin decir nada he pegado un tirón fuerte con la intención de subirlo a bordo directamente, claro, Jose Carlos estaba a mi lado y no ha tenido tiempo de apartarse, asi que ha tropezado con él. A partir que aqui se ha montado un follón de manos, aletazos, gancho y rampala que ha acabado de la peor forma posible, el pez en el agua y la rampala clavada en mi antebrazo. Afortunadamente ha sido limpio, entrada y salida del anzuelo con una distancia de unos 2 cm., aunque bastante profunda. Teniendo dos médicos a bordo no me preocupaba, hemos cortado el extremo de anzuelo para que no me desgarrara al salir y lo hemos sacado por donde entró, luego una buena cura y como nuevo, un ligero dolor al mover los dedos porque creo que me ha cogido algo de músculo, pero poca cosa.

Desde luego el animalito tiene si mérito, por eso le apunto el tanto, con 5 kg de peso pelearse con dos tipos de más de 80, empezando la pelea con el anzuelo clavado y fuera de su medio, y acabarla habiéndonos dado una buena ración de aletazos, nadando tranquilamente y yo con su anzuelo clavado. Yo creo que debía saber artes marciales o algo así, si no no me lo explico 😉

Eso si, para la siguiente intentaré avisar de mis intenciones, si me hubiera esperado y dejado que Jose Carlos la cogiera con el gancho, o hubiera avisado que se apartara para poder lanzarla limpiamente a la bañera, el final creo que habria sido otro. En cualquier caso la pesca es un deporte, hay que saber ganar y perder, mis respetos por la llampuga karateka, nos ha vencido claramente.

A pesar de todo queríamos cenar pescado fresco, así que no nos hemos resignado, curry otra vez al agua. Esta vez han tardado un poco más en picar, adivinad cuando ha sido, efectivamente, justo cuando nos disponíamos a poner el spi, lo bueno de que se comporten asi es que les vamos pillando la técnica, la próxima vez, cuando estemos esperando mucho rato y no piquen, haremos amago de sacar comida o poner el spi, y seguro que todos ahi a picar como locos, todo sea por fastidiar 😉

Desde el inicio hemos intuido que se trataba de un atun, tiraba muy hacia el fondo, al acercarse lo hemos confirmado, de unos 3 kilos o así, perfecto para una de nuestras cenas. Para redimir mi error anterior me he dispuesto a sacarlo a mano, y esta vez si, sin problemas, tirón fuerte (avisando) y a la bañera. No os quiero dar envidia, pero tengo macerandose un preparado para hacer un poquito de sashimi y Chema esta preparando un marmitako, esta noche nos ponemos las botas, viento no tendremos, pero vamos a acabar la travesia del Atlántico con 3 kg más de peso cada uno.

En cualquier caso, vamos ganado millas, estamos a 872 millas de Santa Lucia, según mis cálculos hemos recorrido más de los 2/3 de la distancia. Ahora mismo tenemos viento (entre 14-16 nudos, y como siempre del nordeste), vamos con spi arriba y nuestra velocidad oscila entre los 6 y los 8 nudos, vamos a ver que tal se da la noche.

Sed felices

Kike

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