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Día 1.492 (15/12/13): La llegada…

Han pasado ya unos días desde el momento en el que el Bahari, tras 4 años y 1 mes surcando las aguas de nuestro planeta, hizo su entrada triunfal en el R. C. Náutico de Valencia, pero no por ello quería dejar de contaros las experiencias de ese mágico momento.

Regresar a casa, después de tanto tiempo navegando por el mundo, y saber que en el pantalán te esperan familia, amigos, seguidores, tanta gente que llevas en el corazón, genera un torbellino de emociones difíciles de contener.

Tal vez nuestra propia fuerza mental hiciera avanzar al barco más rápido de lo necesario para llegar a la hora convenida, en una noche y un amanecer con viento y mar en calma, impulsándonos únicamente con el motor, por más que reducíamos máquina nuestra hora estimada siempre era demasiado temprano.

A primera hora de la mañana, aproximadamente a la altura de La Albufera, incluso nos detuvimos por completo y nos mantuvimos a la deriva por un buen rato, haciendo tiempo para dejar avanzar el reloj a su ritmo.

Pasadas las 9 empezaban las primeras llamadas por radio y teléfono para preguntar nuestra posición, algunas embarcaciones se disponían a salir a nuestro encuentro y escoltarnos en las últimas millas de este largo periplo en el que hemos circunnavegado por completo el globo terráqueo.

El sol ascendía en una mañana despejada y con buen tiempo, cuando en el horizonte aparecieron las primeras estelas que se dirigían a nuestro encuentro, dos lanchas rápidas repletas de amigos que acudían a darnos la bienvenida.

Al poco se fueron sumando más y más barcos en una especie de procesión que avanzaba lentamente hacia el puerto. Bocinas, gritos de ánimo y bienvenida, aplausos, saludos con la mano, una nube de embarcaciones nos envolvía y recibía de forma espectacular, volví a sentir el orgullo y la emoción del día en que zarpamos de Valencia, la sensación de haber conseguido llevar a cabo una difícil empresa.

El tiempo comenzó a difuminarse y ya no importaba, de hecho no puedo explicar como pese a haber llegado con tanta antelación cruzábamos la bocana del Náutico de Valencia con más de media hora de retraso, sobre las 12 del mediodía. La comitiva nos dio paso y poco a poco nos aproximamos al pantalán en el que una multitud saludaba enérgicamente.

La concentración en la maniobra de atraque hizo que no pudiera fijarme mucho en el grupo que nos esperaba, aunque sin verlos intuía la presencia de muchas personas a las que estaba deseando abrazar. Cuando el barco quedó bien amarrado ya no pude aguantar más y salté a tierra con el ánimo de estrechar entre mis brazos a los que tanto he echado de menos.

A partir de ese momento una marea de gente nos envolvió, es curioso que pueda decir que casi no me enteré de nada a la vez que sentí tanto, fueron tantas las sonrisas, los abrazos y los besos, tantos reencuentros, varias horas se desvanecieron en un suspiro, muchas emociones estallaron, parecía que fuera ayer cuando me despedí de todas esas personas, pero a la vez en este tiempo han pasado tantas cosas…

También hubo algún hueco para las fotos, los medios y la entrega de una placa conmemorativa que muy amablemente realizó el presidente del R.C. Náutico de Valencia, pero separarnos a la vez de los nuestros era realmente difícil, en ocasiones hubo que realizar varios intentos.

Todavía no se muy bien como definir y etiquetar todas las sensaciones que produce un regreso como el que hemos tenido, volver a casa y a la civilización después de más de 4 años navegando por el mundo, lo único que si tengo claro es la alegría y felicidad que proporciona estar con la gente que quieres.

¿Y ahora que? Supongo que en primer lugar será necesario un periodo de adaptación antes de poder pensar en el futuro, el cambio es tan radical que es imposible no sentirse desubicado, por el momento no hay muchos planes, aunque si muchas ideas. Las Navidades y la ocupadísima agenda para poder ver a todo el mundo no han dejado mucho tiempo para pensar, pero muy pronto seguro que habrá novedades.

Por mi parte el blog va a seguir vivo, aunque evidentemente no con la frecuencia anterior. Al menos mensualmente seguiré contándoos cosas que guardo en el tintero acerca del viaje, experiencias de la vuelta, eventos, entrevistas, novedades, nuevos proyectos, etc.

Muchas personas me han preguntado por el libro, aprovecho para deciros que ya está en marcha, me tomará unas semanas dar el formato definitivo, imprimirlo, etc. Pero se publicará en breve, os mantendré informados cuando pueda dar fechas.

El apartado de imágenes y la página de Facebook también van a seguir vivos, tengo todavía miles de fotografías espectaculares por seleccionar y compartir, entre ellas algunas que considero entre las más bonitas del viaje.

Hasta ahora no ha habido mucho vídeo, es lo que más cuesta de procesar, y con las velocidades de las conexiones Internet de la mayoría de los sitios, imposible subirlos. Sin embargo dispongo de muchas horas de grabación con las que preparar una especie de documental o resúmenes temáticos, también os iré informando.

Poco más por ahora, salvo dar las gracias a todos los que de algún modo habéis compartido esta Aventura con nosotros, a los que nos habéis visitado o a los que nos habéis seguido desde la distancia, unas veces recorriendo paraísos remotos a través de nuestros ojos y otras sufriendo nuestras penurias en la lejanía, y especialmente a todos los que han colaborado a que el sueño, que en un principio era Aventura Oceánica, se convirtiera en realidad, gracias a los patrocinadores por haber creído en nosotros, a los amigos por estar siempre ahí y apoyarnos en todo lo necesario, y a las familias, porque además de animarnos han sido las seguidoras más incondicionales y las principales sufridoras de 4 años de riesgos en el mar.

Sed felices

Kike