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Día 130 al 133 (24 al 27/03/10): Isla Mujeres, Puerto Morelos y Cozumel

El fondeo en Isla Mujeres no fue tan calmado como esperábamos, tuvimos que cambiarlo dado que nos alcanzaba una ola cruzada muy incómoda, especialmente para nuestras invitadas, Belén y Laura, menos habituadas a convivir con un movimiento continuo de lado a lado. Por aquí las corrientes son intensas y prácticamente omnipresentes, eso hace que el barco no se aproe con el viento (más bien se queda cruzado) y en lugar de un leve cabeceo tengas un balanceo lateral, salvo que este muy protegido.

Isla Mujeres tiene un puerto bien resguardado, con unos pequeños cayos y arrecifes frente a el que forman una barrera natural y casi una pequeña laguna, el problema es la entrada, con sondas muy bajas y sin un canal definido, hay que ir sorteando bajos con ayuda de la cartografía, y menos mal que la compramos actualizada para el plotter en Miami, la electrónica del programa de navegación es bastante imprecisa. Cuando cambiamos el fondeo de noche no nos atrevimos a entrar, consideramos más seguro dejarlo para la mañana siguiente, de modo que pudiéramos confirmar visualmente la existencia de obstáculos y zonas de menos calado.

Al final fue más sencillo de lo que creíamos, pero estas cosas son imprevisibles, de repente te encuentras zonas que han dragado como pueden haberse generado nuevos bancos de arena o cabezas de coral. No olvidéis que en muchos lugares del mundo la cartografía se basa en informaciones muy antiguas no siempre actualizadas y aunque parezca increíble con los medios actuales la realidad dista bastante de lo que aparece en las cartas.

En cuanto comprobamos que estábamos bien anclados preparamos la auxiliar para bajar a tierra de inspección. Isla Mujeres es pequeña y turística, a veces me traía recuerdos de mis queridas Pitiusas (Ibiza y Formentera), con sus calles estrechas, sus casas blancas y su ambiente marinero. Mientras Jose Carlos se hacía unos largos con la cometa, las chicas y yo alquilamos un carrito de golf (muy habitual como medio de transporte en la zona) y fuimos a recorrer la isla, es tan pequeña que te da tiempo en una hora, eso sí, sin parar mucho. Llegamos hasta la punta sur, el extremo más oriental de Méjico, allí pudimos contemplar unas esculturas y imágenes de mujeres como las que dieron su nombre a la isla, tras la breve parada regresamos a comer en un chiringuito de playa de la ciudad, por aquí los pescados y ceviches son excelentes.

Cuando cayó la tarde regresamos al barco y disfrutamos de una excelente noche de fondeo tranquila. A la mañana siguiente volvimos a desembarcar para hacer algunas compras y gestiones, el sol caía con fuerza y buscábamos la sombra para intentar no derretirnos con la temperatura y la humedad. Esa noche aun la pasamos en el mismo lugar, tarde de relax en el barco y a dormir pronto porque queríamos salir al alba hacia un nuevo destino.

La recalada elegida fue Puerto Morelos, a unas 20 millas hacia el sur, situado en la península y con un excelente arrecife declarado reserva natural frente a él. Llegamos a media mañana, intentamos encontrar el fondeadero que nos indicaba la guía pero rápidamente nos dimos cuenta que el entorno había sido modificado por la construcción de una marina, de modo que la entrada para situarse detrás del arrecife implicaba rumbo directo hacia el dique de la misma. Cambio de planes y decidimos entrar en la marina, parecía más razonable. Integrada dentro de un resort, estaba muy nueva y dotada de modernas instalaciones, más de a lo que últimamente estamos acostumbrados, también su precio, muy razonable (20 dólares la noche).

Una vez realizados los trámites de entrada y las gestiones básicas, comimos tranquilamente en el barco y siesta de rigor. La noticia negativa fue que únicamente podíamos ir a visitar el arrecife en una excursión guiada, estaba prohibido ir por libre. Ya por la noche intentamos ir al pueblo a dar una vuelta, pero tras los consejos locales (porque no había nada, no por problemas de seguridad) nos quedamos en el resort.

Esta mañana de nuevo hemos zarpado temprano dirección Cozumel, la isla más grande de Méjico, a unas 30 millas rumbo casi sur. Hemos tenido una navegación muy agradable a vela, aunque la corriente ha tenido el feo detalle de quitarnos prácticamente 3 nudos de los más de 7 que deberíamos estar haciendo sobre el agua. Efectivamente detectamos la corriente midiendo la diferencia entre la velocidad de corredera y la velocidad sobre fondo (medida con GPS). Hemos llegado entorno a las 2 de la tarde y hemos bajado a tierra sin entretenernos para aprovechar el día. Tras hablar con los oriundos del lugar nos hemos desplazado a la playa de Chen-Rio, una preciosidad, aislada y sin urbanizar tenía una combinación de roca y arena apta para todos los gustos, eso sí, con unas preciosas y transparentes aguas que bañaban todo su litoral. La tarde ha transcurrido entre una deliciosa parrillada de marisco, baño con snorkel, paseos por la playa e intentos de levantar la comenta, infructuosos por la bajada del viento. Llegada la noche nos hemos arrepentido de no decirle al taxi que viniera un poco antes a por nosotros, los mosquitos han hecho amagos de comernos vivos, menos mal que ha sido puntual.

Mañana por la mañana continuaremos rumbo a Tulum, ruinas Mayas situadas al borde de un acantilado, parece que espectaculares, en cuanto lo compruebe os lo cuento.

Sed felices

Kike

Día 125 (19/03/10): La contracorriente al cuadrado y el casco…

¿Qué significa eso? Pues cuando os lo cuente seguro que lo entendéis, además resume bastante bien los principales eventos de estas 24 horas atrás.

La noche ha sido mejor de lo esperado, el viento decidió cumplir con las previsiones y fue rolando a derechas (hacia el norte), de modo que cada vez nos permitía aprovecharlo mejor. A pesar de ello no hemos podido estar mucho tiempo únicamente a vela, la velocidad no era suficiente para llegar a tiempo a Cancún.

Había una cosa que nos extrañaba, teníamos corriente en contra, sin embargo navegábamos pegados a la costa cubana, donde en teoría esta la contracorriente del Golfo / Yucatán (las corrientes nunca son completamente homogéneas, siempre hay puntos en los que discurren a mayor o menor velocidad o incluso en dirección contraria, lo normal es que sea en los limites exteriores del caudal donde es menos intensa o tiene sentido contrario -contracorriente-, y que su máxima potencia se sitúe en el eje de la corriente). Dado que la situación persistía repasamos nuestras notas del cuaderno de bitácora (para estas cosas es muy útil tenerlo todo apuntado), efectivamente cuando navegamos la vez anterior hacia La Habana  desde el Cabo San Antonio (es decir, el sentido inverso al que estábamos haciendo ahora) íbamos más separados de la costa y experimentamos corriente en contra, la conclusión era evidente, estábamos inmersos en la contracorriente de la contracorriente (es decir, en una contracorriente al cuadrado), no lo teníamos previsto. Cambiamos el rumbo y nos separamos más de 5 millas de la costa, la diferencia fue abismal, pasamos de tener corriente en contra a tener una corriente a favor de casi dos nudos, que curioso las cosas que pasan en el mar, ¿no?. Como me quede un poco mosqueado con el tema he estado consultando bibliografía que tenemos abordo y efectivamente el fenómeno viene descrito, tenemos que aprender y ser más aplicados para la próxima, aunque a priori no es algo que se pueda intuir fácilmente, nunca te acostaras sin saber algo más…

Mi guardia transcurría tranquilamente, en un momento dado salí fuera y estaba tranquilamente en la popa, detrás de la rueda de babor, buscado luces en el horizonte y monitorizando los datos de la electrónica,  de repente algo apareció en la oscuridad y vino hacia mí a una velocidad tal que no me dio tiempo a esquivarlo, el impacto era inminente, solo pude cerrar los ojos. Note un golpe seco y bastante fuerte en mi labio superior, pensaba que me lo había partido, inmediatamente me inundo un intenso olor y sabor a pescado, no podía ser, ¿otra vez? Efectivamente, se trataba de un pez volador, en este caso  el golpe fue más bien tipo puñetazo, mientras que el de la travesía del Atlántico fue tipo bofetón, supongo que por la manera de colisionar, el de ahora frontalmente y el otro lateralmente. Si es que ya lo había dicho yo, las guardias nocturnas tenía que hacerlas con casco, pero casco integral, si no de nada me habría servido hoy. Eso sí, habría que ver como quedó nuestro pececillo camicace, si para mí ha sido un buen golpe, él se ha debido desnucar, bueno eso no que los peces no tienen nuca. Hay que ver, con todo el océano para escapar, saltar y volar y justo tiene que pasar por encima del único velero en el horizonte y además chocar con un energúmeno que está ahí plantado, eso sí que es mala suerte, o puntería…

Pasado este incidente no hubo más cosas destacables, más que la velocidad que llevábamos era muy superior a la que inicialmente preveíamos, fácilmente hacíamos entre 7 y 8 nudos.

El día ha amanecido esplendido, completamente veraniego, con una ligera brisa que nos venía de la popa, no útil para navegar a vela pero si para estar cómodo. Durante toda la  jornada hemos tenido que navegar a motor, hemos aprovechado el buen tiempo para hacer un poco de ejercicio y ducharnos en el exterior, así como para tareas de mantenimiento del barco.
A medida que hemos ido atravesando el Canal de Yucatán la corriente se ha ido haciendo más intensa, el eje está situado más próximo a Méjico que a la costa cubana, esto ha hecho que nuestra velocidad se fuera reduciendo, hasta que nos ha entrado un viento del este de 15 a 18 nudos de intensidad, en ese momento hemos podido sacar velas y mantener un buen ritmo.

En este momento estamos a 25 millas del sur de Isla Mujeres, punto de entrada a Bahía Mujeres donde se encuentra Cancún y la marina a la que nos dirigimos, navegamos a aproximadamente 6 nudos con motor a 1.400 vueltas y génova, la intensidad del viento se mantiene, yo calculo que entre las 8 y las 9 de la mañana estaremos en nuestro destino.

La entrada también va a ser divertida, para variar, la zona tiene muy poca profundidad, en concreto en las coordenadas GPS en las que se sitúa la marina, que no viene en la cartografía, la carta indica 1,8 m.  espero que hayan dragado, de otro modo no pasamos.

Os sigo contando

Sed felices

Kike